La Prevención Del SIDA

El SIDA es una enfermedad muy grave, porque una vez que has sido detectado como un paciente con SIDA, eres susceptible a todas y cada de las enfermedades así sean tan pequeñas y ligeras como un resfriado común. Esto es así porque, incluso ante una enfermedad tan inofensiva, el cuerpo no está en capacidad  de luchar contra el virus.

El cuerpo humano está tan “programado” o “entrenado” que cualquier infección o célula no deseada hacen que se produzcan “anticuerpos” en nuestro organismo. Ellos son, precisamente el sistema de seguridad del cuerpo humano. El VIH impide que se dé dicha protección.

El virus VIH, que causa el SIDA reduce prácticamente a cero la capacidad de  nuestro cuerpo para luchar contra las enfermedades. Esto implica que, si este virus causa la enfermedad del SIDA, el cuerpo no está en capacidad de combatir cualquier enfermedad, no importa lo pequeña que sea esta enfermedad. A veces, estas pequeñas enfermedades son las que causan la muerte de las personas con VIH.

Sé precavido, Es mejor prevenir que curar, ¡sobre todo si no existe una cura!

1. Tener sexo seguro. El VIH se transmite a través del intercambio de fluidos corporales. Lo mejor es usar condones.

2. Usa siempre una jeringa desechable nueva con fines medicinales. Nunca uses una de segunda mano, incluso si se trata de tus amigos.

3. Cuando se necesite una transfusión de sangre, asegúrate de que la sangre que se utiliza sea aprobada y procesada por el gobierno.

Ten cuidado al tratar con fluidos corporales como la sangre. Cualquier contacto con este tipo de fluido del cuerpo de una persona infectada por VIH es peligroso.

Sin embargo, el SIDA o el VIH no se propaga a través de las siguientes acciones:

Al darle la mano a una persona infectada por VIH

1. Al tocar o abrazar a una persona infectada por VIH
2. Por picaduras de insectos
3. Compartiendo el baño
4. Por comida preparada por la persona infectada por el VIH.

 

 

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